¡Salvar o dejar fallecer bajo los escombros está en manos de los responsables benevolentes!

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Artículo/Informe (Considerado de extremada importancia, urgencia y utilidad operativa).

Autor: Dr. HC Jaime Parejo García (https://www.metodoarcon.org/biografia-oficial)

Internacional.- 13/10/2024

 

 

Si cualquiera de los humanos que poblamos este planeta somo víctimas del derrumbamiento de la edificación en que nos encontremos (por una explosión accidental o provocada, terremoto, deslizamiento, huracán, tornado, fallo estructural, etc.), existen dos posibilidades, que fallezcamos en el acto o que sobrevivamos durante x tiempo en el interior de un hueco vital bajo la masa de escombros. En el segundo caso, al no resultar por lo general audible ni visible en el exterior, se convierte en imprescindible que nuestra expiración o exhalación sea detectada por un perro (con nivel de efectividad real, en base a su tipo de formación, para tan compleja percepción) identificándose así que existe una persona con vida sepultada en la zona donde me encuentro, y efectuándose las correspondientes tareas de extracción y asistencia sanitaria.

Pero obviamente, si el perro o perros que se desplace/n sobre los escombros que nos sepultan, no detectan nuestra ínfima emisión odorífera identificable como supervivencia sepultada (expiración) debido a que su tipo de formación no genera científicamente los imprescindibles niveles óptimos de autonomía psíquica, motivación específica, concentración sostenida y consecuente optimización del rendimiento perceptivo olfativo y del denominado umbral mínimo de percepción olfativa, la inevitable consecuencia será como viene sucediendo constatadamente, en un país u otro, que estaré condenado a fallecer por alguna causa clínica (hemorragia, asfixia, deshidratación, etc.), o destrozado, ignoradamente, por la mortal acción de las instantáneamente presentes máquinas excavadoras.

Es de suponer, tras lo leído hasta aquí, que la mayor parte de ustedes coincidan, con cierta preocupación, en preguntarse por motivos de previsible racionalidad, responsabilidad y sensibilidad ¿ cuál es el medio más efectivo que existe para detectar supervivientes sepultados ?

 

 

 Los medios de búsqueda y localización utilizados actualmente son:

 

 

  • Localizador de Personas Sepultadas (Trapped Person Locutor –TPL–), presenta la grave limitación de que la persona sepultada ha de emitir imprescindiblemente sonidos (y perceptibles por el TPL), lo cual no sucede en gran parte de los casos.

 

  • Cámara termográfica, presenta la grave limitación de que al igual que sucede con las paredes, el hormigón bloquea los rayos infrarrojos, lo que significa que no se puede ver ningún objeto a través del hormigón, quedando los mismos ocultos respecto a la potencial visión de una cámara termográfica. Consecuentemente los rayos infrarrojos al no poder atravesar el hormigón, hace que la persona resulte invisible a la vista de una cámara termográfica.

 

En lo que respecta a búsqueda y detección con perros, existen dos medios de formación e intervención: el sistema tradicional y el Método Arcón (muchísimo más avanzado y eficaz que el primero).

 

  • Perros detectores (oficialmente formados y homologados para intervención mediante el sistema tradicional), presenta la grave limitación de que los perros no experimentan los imprescindibles niveles, altos y sostenidos, de autonomía, motivación, concentración y consecuente rendimiento perceptivo olfativo durante las operaciones de búsqueda (especialmente frente intervenciones de cierta durabilidad y adversidad de tipo visual, auditivo, odorífero y táctil, como por ejemplos la nula visibilidad, emisiones odoríferas extremadamente mínimas, intervenciones de alta duración, etc.

 

  • Perros detectores (oficialmente formados y homologados para intervención mediante Método Arcón). Este avance científico, ha sido junto a su creador mundialmente galardonado, debido a que constituye el medio de búsqueda y detección, que ha demostrado mayor efectividad, con extremada diferencia, respecto a todos los demás existentes, en base al superior número, oficialmente registrado e identificado, de personas aún con vida sepultadas, constatadamente localizadas, y respecto a otros tipos de elementos y olores (explosivos, minas, plagas, enfremedades, etc.). entre otros aspectos fundamentales, la aplicación de sus innovadoras, complejas  y trascendentes técnicas logran optimizar el grado de autonomía psíquica, motivación específica, concentración sostenida y consecuentes percepción olfativa, umbrales mínimos de percepción olfativa, incluso frente a opoeraciones de alta durabilidad temporal y especial adversidad de diversa naturaleza sensorial.

 

 

Se describe a continuación algunas de las diferencias fundamentales, respecto a efectividda real, entre los dos medios de formación e intervención para búsqueda y detección con perros existentes en la actualidad, a efectos de efectividad real, y resultados oficiales registrados en numerosos simulacros y operaciones reales, ininterrumpidamente, durante las tres últimas décadas (desde que nació el Método Arcón el 23 de octubre de 1994).

 

En lo que respecta a la formación e intervención relativas a la búsqueda y detección canina (de supervivientes sepultados, explosivos, biodetección, etc.) existen únicamente en el mundo el sistema tradicional y el Método Arcón, describiéndose a continuación con máxima precisión y rigurosidad técnico‑operativa los rasgos principales que caracterizan a ambos medios de formación e intervención, diferencias existentes y el sustancial progreso, avance innovador, que constituye el Método Arcón respecto al sistema tradicional, optimizándose demostradamente el nivel de efectividad en favor del consecuente incremento en la prevención y el salvamento de vidas en el planeta:

 

El sistema tradicional consiste en la casi exclusiva aplicación del básico e imprescindible mecanismo asociativo de aprendizaje Condicionamiento Operante o Instrumental (el perro utiliza su conducta como instrumento para la consecución de un reforzamiento, asociando concretamente tras una serie de repeticiones la localización y un marcaje específico de un determinado olor memorizado, con la administración de una recompensa).

 

El Método Arcón, a diferencia del simple sistema tradicional (en todas sus formas y denominaciones asignadas), sí ha logrado, tras doce arduos años de investigación e innovación por el doctor honoris causa Jaime Parejo García, optimizar demostradamente la efectividad en la búsqueda y detección canina, potenciando así la prevención y el salvamento de vidas humanas y animales en el mundo, siendo consecuentemente el único sistema de formación e intervención para equipos caninos de búsqueda y detección avalado a nivel científico y académico por Universidades, oficialmente por Gobiernos, seleccionado y publicado por revistas científicas de prestigio internacional, y que logra optimizar la efectividad durante las operaciones de búsqueda y detección canina respecto a los medios naturales y artificiales de detección existentes, y en las diversas especialidades (personas sepultadas con vida, explosivos, biodetección…), mediante la adecuada aplicación de sus respectivas siete técnicas innovadoras, y el proceso formativo asociado (según cada especialidad de búsqueda y detección canina).

 

Ateniéndome a los rigurosos, inflexibles y permanentes principios éticos y humanitarios que caracterizan desde el principio mi procedimiento conductual en la compleja área del conocimiento relativa a la búsqueda y detección canina en general, debo advertir positivamente de un error de valoración, interpretación, tan grave como generalizado, que afecta, por desconocimiento en la mayoría de los casos, a cierto porcentaje de las personas que aplican el sistema tradicional (la casi exclusiva aplicación del condicionamiento instrumental u operante, de recompensa).

En ocasiones, al iniciar cursos oficiales Método Arcón, constatamos que una parte de los alumnos que participan con perros, muchos instructores oficiales del sistema tradicional (ya formados con el sistema tradicional en unidades caninas oficiales de importantes cuerpos policiales, de bomberos o militares de diversos países como por ejemplo Brasil, Colombia, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Chile, Ecuador, Venezuela, Andorra, Ucrania, Portugal, España, etc.), estaban en principio convencidos de que sus perros realizaban ya con anterioridad las operaciones de búsqueda y detección (de explosivos, supervivientes sepultados, etc.) con un importante grado de efectividad, en las operaciones de búsqueda que realizaban antes de iniciar el curso percibían la persona viva sepultada, el explosivo, etc., según los casos, venteando correctamente en amplias superficies y en breve espacio de tiempo. No obstante, todos ellos constataban sólidamente y con decepcionante sorpresa en el primer o segundo día de cada curso Método Arcón que, cuando se hermetizaba aún más la emisión odorífera emitida al exterior por la persona, explosivo o cualquier otro elemento, ya no detectaban en absoluto una grave circunstancia que sin embargo descubrían con inmensa y noble satisfacción que quedaba totalmente solventada, de forma progresiva, con la aplicación de las técnicas del Método Arcón (incrementándose de forma sustancial y progresiva la autonomía psíquica, la motivación específica y consecuentemente la concentración y el rendimiento perceptivo del perro, optimizándose su umbral mínimo de percepción olfativa (mínima energía odorífera que ha de ser emitida para que el individuo la logre detectar, discriminar e identificar correctamente), las cuales iban permitiendo en todos los casos a los ejemplares formados previamente, durante años, con el sistema tradicional, no solo detectar idénticas dosis de emisión odorífera a las que antes no lograban percibir (incluso en otros entornos más adversos), sino, progresivamente, emisiones sustancialmente menores, circunstancia de la que todos somos conscientes, en muchos casos, que determinará la diferencia entre la vida y la muerte para guías, perros y/o ciudadanos en general, frente a diferentes situaciones como desastres naturales o antrópicos, presencias de minas, etc.

 

También se verificaba siempre, y en la totalidad de los ejemplares caninos (tanto en los ya formados con el sistema tradicional como en los vírgenes, sin formación alguna, estos últimos los cuales avanzan lógicamente mucho mejor y con mayor rapidez en todos los aspectos, al no existir en los mismos los interferentes, incompatibles y lesivos condicionamientos inherentes al sistema tradicional, como es el caso por ejemplo de una mayor o menor dependencia memorizada respecto al guía) conforme avanzaba su formación con el Método Arcón, que se optimizaban más aspectos vitalmente esenciales a efectos operativos, como por ejemplo generar la necesaria factibilidad de realizar sucesivas operaciones de búsqueda, incluso días consecutivos, sin administración de recompensa alguna, manteniéndose extraordinariamente altos (frente a la durabilidad temporal y adversidad de naturaleza visual, odorífera, táctil y auditiva) los niveles motivacionales específicos, de positiva autonomía psíquica y de vital concentración constatadamente fértil y sostenida.

 

El Método Arcón constituye el medio de búsqueda y detección más eficaz que existe (respecto a los actuales instrumentos artificiales y al sistema tradicional canino) con extremada diferencia, oficialmente constatado, avalado y galardonado por numerosas instituciones, siendo el único que, por ejemplo:

 

Ha sido oficialmente avalado a nivel científico y académico por prestigiosas universidades como destacado avance científico y legado trascendental en bien de la humanidad.

 

Ha sido aprobado como el sistema oficial de formación e intervención para equipos caninos de búsqueda por Gobiernos de países, debido fundamentalmente a sus excepcionales resultados internacionales, oficialmente acreditados, relativos a las operaciones reales de búsqueda y detección canina en las diversas especialidades.

 

Ha logrado optimizar demostrablemente la eficacia en los equipos caninos de búsqueda y detección en las diversas especialidades (supervivientes sepultados, explosivos, minas, enfermedades…).

 

Ha sido oficialmente galardonado por prestigiosas universidades, instituciones científicas, cuerpos de Bomberos, de Policía, Ejércitos, las Naciones Unidas, etc.

 

Su respectiva síntesis ha sido seleccionada, publicada y transmitida por prestigiosas revistas científicas especializadas, libros y conferencias en congresos científicos especializados de mayor importancia a nivel internacional.

 

Legalmente aprobado, inscrito y protegido en el Registro General de la Propiedad Intelectual como nueva obra científica.

Para salvar y preservar vidas, al máximo posible y de una forma real, mediante la búsqueda y detección con perros, resulta imprescindible que se produzcan, por ejemplos, dos circunstancias esenciales: que se lleve a efecto el máximo y continuado rendimiento perceptivo olfativo, y que las estrategias de búsqueda por los ejemplares sean extremadamente útiles, siendo paralelamente vital, para que ello se lleve a efecto, que los interrelacionados niveles de autonomía psíquica (compatibilizada con sólida fijación en la conducta de búsqueda) y motivación intrínseca (la que genera exclusivamente el propio desarrollo de la búsqueda, indicando que un reforzamiento sucesivo manipulado (del impulso canino de presa o cobro), única alternativa del sistema tradicional para intentar reponer el “depósito de combustible motivacional” del perro a efectos de mantener, durante días incluso, su necesaria conducta perceptiva, resulta constatadamente tan inútil como infructuoso) con el consecuente grado de concentración consecuentemente optimizado, sean no solo aceptables sino imprescindiblemente óptimos, maximizados y sostenidos, experimentados por el perro durante las operaciones de búsqueda, incluso frente a los factores perturbadores presentes en la mayoría de las operaciones reales frente a desastres, explosivos…como son por ejemplos la nula visibilidad, emisiones odoríferas extremadamente minimizadas o neutralizadas por otros olores dominantes, sonidos estrepitosos, etc., potenciales estados progresivos de consecuentes y lesivas frustración, evitación, desviación conductual, inhibición, disminución motivacional frente a continuas y dilatadas operaciones (frente a ciertos desastres o búsquedas de larga duración de explosivos, por ejemplos), unos parámetros operativamente imprescindibles que solo se logran mediante la aplicación del Método Arcón.

 

Obviamente en el perro, resultarán directamente proporcionales a su grado de concentración específica y continuada, sus valores de inhibición, blindaje respecto a todo tipo de estímulos potencialmente interferentes (inhibitorios, excitatorios…), de captación odorífera, de activación de datos útiles alojados en su almacén memorístico, de elaboración de útiles estrategias de búsqueda…

 

 Y respecto a lo anteriormente descrito, se ha constatado de forma ininterrumpida y totalmente sólida, por un conjunto tan numeroso como progresivo de auténticos expertos oficiales de Fuerzas Armadas, Cuerpos de Policías y Cuerpos de Bomberos), en centenares de simulacros oficiales y operaciones reales, respecto a las diversas especialidades de búsqueda y detección canina, exactamente lo siguiente:

 

Actualmente en el mundo, respecto a medios de formación e intervención para búsqueda y detección canina solo existe el Método Arcón y el sistema tradicional (simple aplicación del condicionamiento operante, que diversas personas errónea e indebidamente bautizan como tal o cual método, debiendo recordarse que método se considera a todo proceso sistemático que permite la consecución de un objetivo, consecuentemente para denominarse o calificarse como método un sistema de formación e intervención relativo a la búsqueda y detección canina, la aplicación del mismo debería de posibilitar al máximo posible la percepción olfativa del perro frente a las diversas operaciones reales, considerándose que son vidas las que dependen de ello.). El condicionamiento operante es simplemente la forma más básica de aprendizaje asociativo, basada en que toda conducta seguida de una recompensa tiende a repetirse. Esta relación causa-efecto, la cual obedece a la lógica y sentido común más elemental, fue denominada (no creada ni inventada) por el psicólogo norteamericano Burrhus Frederic Skinner, relación causal además que existe de forma natural en el proceso vital comportamental de la mayoría de los seres vivos. Obviamente, esta recompensa ha de estar presente, de forma imprescindible, continua y genérica, en todo proceso formativo de la especie canina (al menos durante las fases iniciales).

 

Por otra parte, se ha verificado tras numerosos años, que las Técnicas del Método Arcón constituyen la única vía factible (no existiendo atajo ni rodeo válido alguno) para optimizar los imprescindibles niveles de autonomía, motivación y consecuentes concentración, percepción olfativa (umbral mínimo de percepción olfativa) optimizados. Reconociendo añadidamente que en los mismos perros formados con el sistema tradicional (el cual aplicaban durante años la casi totalidad de estos expertos), sí detectan los olores en ausencia de los elementos especialmente perturbadores antes citados (presentes en la mayoría de las intervenciones reales), pero que sin embargo el imprescindible nivel de rendimiento perceptivo olfativo, por desgracia, se aminora o neutraliza considerablemente frente a la adversidad en gran porcentaje de las intervenciones reales, anulándose consecuentemente los resultados potencialmente útiles.

 

Se ha constatado que el simple proceso de habituación a elementos adversos al que se recurre en la formación con el sistema tradicional (iniciado incluso desde su etapa de cachorro), resulta totalmente estéril a efectos de preservar y blindar suficentemente en los ejemplares, los niveles continuados e imprescindibles en la mayoría de los casos, de alta concentración y consecuente rendimiento perceptivo olfativo.

Sin embargo mediante Método Arcón, el perro sí logra añadidamente experimentar los niveles optimizados de motivación, autonomía y consecuente concentración, para mantener frente a las múltiples expresiones de adversidad, un grado de perseverancia perceptiva olfativa, tan blindado como funcional, a efectos de los complejos y en mucho casos dilatados procesos de discriminación y detección, inherentes a un gran porcentaje de intervenciones reales frente a desastres, inspecciones de posibles artefactos explosivos, etc. Si bien es cierto que con la exclusiva habituación previa no se producirá en el perro durante una intervención, potenciales reacciones de huida, evitación, aparente timidez, debemos considerar que lo vitalmente imprescindible, es lo que esté sucediendo en su proceso cognitivo de percepción olfativa, y que ello dependerá directamente, reitero, de sus niveles de autonomía psíquica, sólida motivación intrínseca (no la extrínseca generada con el condicionamiento operante), y el consecuente grado maximizado de intensa y continua concentración específica.

 

Ha de considerarse que el Método Arcón está no solo avalado y galardonado científicamente de forma oficial y documental por prestigiosas universidades y sociedades científicas, sino también galardonado, premiado y avalado operativamente por numerosas instituciones como las Naciones Unidas, Gobiernos, Ejércitos, Cuerpos de Policías, Cuerpos de Bomberos, etc. de numerosos países de riesgo.

 

Por último indicar que actualmente existe un conjunto de procesos evaluatorios cuya superación legitima, autoriza oficialmente (de una forma u otra, por un gobierno e institución u otro) a los perros para intervenir, con supuestas garantías de efectividad, frente a las operaciones reales, y las cuales pueden clasificarse de la siguiente forma:

 

  • Pruebas evaluatorias cuyo nivel de dificultad y características no son útiles ni equivalentes, en absoluto, a lo que realmente habrán de afrontar los perros en la mayoría de las operaciones reales, pues se encuentran originalmente adaptadas para factibilizar su posible superación a los perros formados por el sistema tradicional.

 

  • Pruebas evaluatorias cuyo nivel de dificultad y características sí son útiles y equivalentes (alta envergadura de áreas a batir, minimización emisión odorífera, búsquedas con nula visibilidad, etc.), a lo que realmente habrán de afrontar, con imprescindible efectividad, los perros en la mayoría de las operaciones reales. (son las establecidas por la Normativa oficial e internacional Método Arcón).

 

 

 

 

 

 

El trascendente avance científico Método Arcón (único medio de búsqueda y detección canina avalado científicamente, y que optimiza la eficacia siendo por ello galardonado por la ONU), creado por el Dr. HC Jaime Parejo García, ha demostrado acreditadamente la máxima efectividad a nivel mundial en la detección de personas sepultadas aún con vida, explosivos, minas antipersonales, COVID-19, cáncer, especies animales y vegetales invasoras o protegidas…, incrementando la preservación y el salvamento de vidas humanas, animales y de plantas en el planeta desde 1994 (con amplia documentación acreditativa oficial tanto audiovisual como escrita):

https://www.metodoarcon.org/el-reconocido-avance-cientifico-metodo-arcon-ha-demostrado-acreditadamente-la-maxima-efectividad-a-nivel-mundial-en-la-deteccion-de-personas-sepultadas-aun-con-vida-explosivos-minas-antipersonales