Actualmente, las Instituciones de los diversos países deberían seguir verificando y en consecuencia elegir respecto a sus especialistas si “detectar” con “perros de fieltro”, o con los que experimentan altísima concentración/percepción sostenida al formarse con el medio más eficaz, avanzado, gratuito y único científicamente avalado, frente a numerosos tipos de operaciones reales tan adversas como complejas.

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Autor del Artículo: Dr. HC Jaime Parejo García, creador, propietario intelectual y director general del Método ARCÓN. Investigador y profesor oficialmente galardonado a nivel mundial.

Gines, Sevilla, España.- 10/10/2024

Informe oficial biográfico del Dr. HC Jaime Parejo García (oficial y documentalmente acreditado): https://www.metodoarcon.org/biografia-oficial

 

Desde el 23 de octubre de 1994 (hace ya tres décadas) se sigue constatando progresivamente, por numerosos expertos de múltiples instituciones oficiales, en numerosos simulacros e intervenciones, que a efectos de resultados frente a numerosos tipos de operaciones reales (supervivientes sepultados, explosivos, etc.) los ciudadanos, especialistas y responsables gubernamentales, tienen solo dos opciones, que se intervenga en sus respectivas zonas, con estériles “perros de fieltro” o con perros cuya formación avanzada permita experimenten en las búsquedas una alta, blindada y sostenida concentración para así optimizar el consecuente e imprescindible rendimiento perceptivo olfativo, incluso frente a días (intensamente rotativos) de trabajo y frente a todo tipo de adversidad inherente potencialmente perturbadora (visual, auditiva, odorífera y táctil).

 

Los responsables gubernamentales, operativos y especialistas de búsqueda y detección canina, tienen en sus manos la importantísima posibilidad, responsabilidad profesional, y deber ético de disminuir sensiblemente, aún más, mediante el internacionalmente avalado y galardonado avance de la ciencia Método ARCÓN, el número de personas y animales fallecidos y lesionados cada año en el mundo, respecto a desastres naturales y antrópicos (terremotos, deslizamientos, tornados, huracanes, explosiones, fallos estructurales, conflictos armados, etc.), explosivos, minas, etc.

 

 

¿Cómo pueden exactamente, los responsables oficiales competentes, incrementar de forma real la preservación y el salvamento de vidas, en sus ámbitos específicos y a nivel internacional, paralelamente?

Constatando rigurosamente las siguientes realidades y procediendo oficialmente en consecuencia:

 

 

Para salvar y preservar vidas, al máximo posible y de una forma real, mediante la búsqueda y detección con perros, resulta imprescindible que se produzcan dos circunstancias: que se lleven a efecto el máximo y continuado rendimiento perceptivo olfativo, y que las estrategias de búsqueda por los ejemplares sean extremadamente útiles, siendo paralelamente vital, para que ello se produzca, que los interrelacionados niveles de autonomía psíquica (compatibilizada con sólida fijación en la conducta de búsqueda) y motivación intrínseca (la que genera exclusivamente el propio desarrollo de la búsqueda, indicando que un reforzamiento sucesivo manipulado, única alternativa del sistema tradicional para intentar reponer el “depósito de combustible motivacional” del perro a efectos de mantener, durante días incluso, su necesaria conducta perceptiva, resulta constatadamente tan inutil como infructuoso) con el consecuente grado de concentración consecuentemente optimizado, sean no solo aceptables sino imprescindiblemente óptimos, maximizados y sostenidos, experimentados por el perro durante las operaciones de búsqueda, incluso frente a los factores perturbadores presentes en la mayoría de las operaciones reales frente a desastres, explosivos…como son por ejemplos la nula visibilidad, emisiones odoríferas extremadamente minimizadas o neutralizadas por otros olores dominantes, sonidos estrepitosos, etc., potenciales estados progresivos de consecuentes y lesivas frustración, evitación, desviación conductual, inhibición, disminución motivacional frente a continuas y dilatadas operaciones (frente a ciertos desastres o búsquedas de larga duración de explosivos, por ejemplos), unos parámetros operativamente imprescindibles que solo se logran mediante la aplicación del Método Arcón.

Obviamente en el perro, resultarán directamente proporcionales a su grado de concentración específica y continuada, sus valores de inhibición, blindaje respecto a todo tipo de estímulos potencialmente interferentes (inhibitorios, excitatorios…), de captación odorífera, de activación de datos útiles alojados en su almacén memorístico, de elaboración de útiles estrategias de búsqueda…

 

Y respecto a lo anteriormente descrito, se ha constatado de forma ininterrumpida y totalmente sólida, desde la década de los ochenta, por un conjunto tan numeroso como progresivo de auténticos expertos oficiales de Fuerzas Armadas, Cuerpos de Policías y Cuerpos de Bomberos), en centenares de simulacros oficiales y operaciones reales, respecto a las diversas especialidades de búsqueda y detección canina, exactamente lo siguiente:

 

Actualmente en el mundo, respecto a medios de formación e intervención para búsqueda y detección canina solo existe el Método Arcón y el sistema tradicional (simple aplicación del condicionamiento operante, que diversas personas errónea e indebidamente bautizan como tal o cual método, debiendo recordarse que método se considera a todo proceso sistemático que permite la consecución de un objetivo, consecuentemente para denominarse o calificarse como método un sistema de formación e intervención relativo a la búsqueda y detección canina, la aplicación del mismo debería de posibilitar al máximo posible la percepción olfativa del perro frente a las diversas operaciones reales, considerándose que son vidas las que dependen de ello.).

 

¿ Qué es exactamente el condicionamiento operante o instrumental ?

Es una forma básica de aprendizaje asociativo basada en que toda conducta seguida de una recompensa tiende a repetirse. Esta relación causa-efecto, la cual obedece a la lógica y sentido común más elemental, fue denominada (no creada ni inventada) por el psicólogo norteamericano Burrhus Frederic Skinner, relación causal además que existe de forma natural en el proceso vital comportamental de la mayoría de los seres vivos. Obviamente, esta recompensa ha de estar presente, de forma imprescindible, continua y genérica, en todo proceso formativo de la especie canina (al menos durante las fases iniciales).

 

 

Por otra parte, se ha verificado tras numerosos años, que las Técnicas del Método Arcón constituyen la única vía factible (no existiendo atajo ni rodeo válido alguno) para optimizar los imprescindibles niveles de autonomía, motivación y consecuentes concentración, percepción olfativa (umbral mínimo de percepción olfativa) optimizados. Reconociendo añadidamente que en los mismos perros formados con el sistema tradicional (el cual aplicaban durante años la casi totalidad de estos expertos), sí detectan los olores en ausencia de los elementos especialmente perturbadores antes citados (presentes en la mayoría de las intervenciones reales), pero que sin embargo el imprescindible nivel de rendimiento perceptivo olfativo, por desgracia, se aminora o neutraliza considerablemente frente a la adversidad en gran porcentaje de las intervenciones reales, anulándose consecuentemente los resultados potencialmente útiles.

El simple proceso de habituación a elementos adversos al que se recurre en la formación con el sistema tradicional (iniciado incluso desde su etapa de cachorro), resulta totalmente estéril, si el perro no experimenta añadidamente, mediante Método Arcón, los niveles optimizados de motivación, autonomía y consecuente concentración, para mantener frente a las múltiples expresiones de adversidad, un grado de perseverancia perceptiva olfativa, tan blindado como funcional, a efectos de los complejos y en mucho casos dilatados procesos de discriminación y detección, inherentes a un gran porcentaje de intervenciones reales frente a desastres, inspecciones de posibles artefactos explosivos, etc. Si bien es cierto que con la exclusiva habituación previa no se producirá en el perro durante una intervención, potenciales reacciones de huida, evitación, aparente timidez, debemos considerar que lo vitalmente imprescindible, es lo que esté sucediendo en su proceso cognitivo de percepción olfativa, y que ello dependerá directamente, reitero, de sus niveles de autonomía psíquica, sólida motivación intrínseca (no la extrínseca generada con el condicionamiento operante), y el consecuente grado maximizado de intensa y continua concentración específica.

Es por todo ello que el Método Arcón está no solo avalado y galardonado científicamente de forma oficial y documental por prestigiosas universidades y sociedades científicas, sino también galardonado, premiado y avalado operativamente por numerosas instituciones como las Naciones Unidas, Gobiernos, Ejércitos, Cuerpos de Policías, Cuerpos de Bomberos, etc. de numerosos países de riesgo.

 

 

 

 

El trascendente avance científico Método Arcón (único medio de búsqueda y detección canina avalado científicamente, y que optimiza la eficacia siendo por ello galardonado por la ONU), creado por el Dr. HC Jaime Parejo García, ha demostrado acreditadamente la máxima efectividad a nivel mundial en la detección de personas sepultadas aún con vida, explosivos, minas antipersonales, COVID-19, cáncer, especies animales y vegetales invasoras o protegidas…, incrementando la preservación y el salvamento de vidas humanas, animales y de plantas en el planeta desde 1994 (con amplia documentación acreditativa oficial tanto audiovisual como escrita):

https://www.metodoarcon.org/el-reconocido-avance-cientifico-metodo-arcon-ha-demostrado-acreditadamente-la-maxima-efectividad-a-nivel-mundial-en-la-deteccion-de-personas-sepultadas-aun-con-vida-explosivos-minas-antipersonales